Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2011

Microcosmos

Sí, decían que se acercaban los animales que podían comer el éter que dejaba el olor de su cuerpo después de hacer el amor. Él veía muertos y ella podía ver la sombra de los insectos aún en la oscuridad. Ambos sabían que nada les haría mal.En la casa había una plaga, insectos por todos lados, microseres invadiendo el espacio desde la planta de los pies; y aún así, termitas, hormigas, cienpies y cucarachas procuraban con sus pequeñas patas limpiar cada centímetro de su lugar sagrado para cuidar de su alimento, los restos de esos dos enamorados que no podían nada más que pensar en la explosión de sus cuerpos para volar.

Lunares

Recuerdas que lo entregué todo, no es por ser víctima de las circunstancias, pero lo entregué todo, no solo a ti sino a cada uno de los chicos que aparecieron en mi camino con las señas particulares de algún lunar que pudiera detectar a primera vista. Entonces apareció el chico del lunar en los labios, el cuello, las manos, los párpados, cada uno buscando una extensión. Enamorada como si fuera la primera vez otorgaba el poder por tener la seña. Algo así como la profecía que me salvara de una mala vida. Que me salvara de todo. Desde niña me habían dicho que siguiera la luna y ella me seguía a mí, lo sé. Todos tenían la marca en el nombre o en la piel, sin dudar a cada uno se lo entregué todo y digo “todo” porque me entregué a mí misma. Olvidando cada una de las promesas hechas en días soleados, la luna siempre llegaba en el cuerpo de tantos hombres que de repente me perdí, lo mismo hice para encontrarme, hice que muchos otros me recobraran en partes: un ojo, un oído, las piernas, las ma